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29-10-2015

Diamond Dogs, gracias por la emoción


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“Queridos amigos. Diamond Dogs ha llegado al final del viaje. Un enorme ¡gracias! A todos los que noshan seguido durante estos excitantes veinticinco años de rock’n’roll. Esperamos que nuestra música os siga divirtiendo, pero es momento de decir adiós a los escenarios.

Vuestros,

Sulo, Honk, Magic, Lars, Johannes & Morgan

 

Apenas un par de semanas antes de la publicación de esta nota de despedida, Diamond Dogs finalizaban su gira española. Tuve ocasión de verles en Oviedo, en el Fann Fest, y he de decir que vi a una banda profesional y cumplidora pero con falta de gancho. Ese mismo gancho que nos hizo adictos a ellos en sus primeras visitas a España. Aunque me apene la despedida de los suecos, tampoco me sorprende en demasía. Los DD han sido una banda muy prolífica, también con muchos cambios de formación y tras más de dos décadas de carrera, artísticamente es posible que hayan dicho todo lo que tenían que decir. Su estilo enraizado en el rock clásico, con toques de soul y melodías infecciosas y entrañables, nos ha dejado un buen montón de grandes temas y de conciertos emblemáticos, pero es posible que la fórmula necesite reposar un poco para re-activarse. O quizá ya haya completado su ciclo vital.

Según recordó en Oviedo su cantante Sulo, la primera gira española de los DD fue hace catorce años y el tema “Any where tonight” era celebrado por todo lo alto cada noche. Doy fe de ello, tengo clavado en la retina a toda una sala madrileña saltando puños en alto berreando ese estribillo. Después de aquella primera visita asistí a grandes conciertos de la banda con gentes cómo Bobba Fett, Stevie Klasson o Darrel Bath en sus filas.

Diamond Dogs se formó a principios de los 90 de la mano de Sulo y el guitarrista Anders Lindström, más conocido por ser "Boba Fett” en The Hellacopters. Tras editar “Honked!” (1994) y  “Need of Ammunition” (1996) se separan en 1997. Pero la historia da un giro radical cuando publican el LP “As Your Green Turns Brown“y el EP “Among the Nonbelievers”, ambos en 2000. En principio el reencuentro de la banda no iba a ir más lejos de esos lanzamientos, pero su indudable calidad hace que la banda comience a ser reconocida, tanto en su país de origen cómo fuera de él. Durante esos años la banda estaba en estado de gracia, editaron otro de sus mejores álbumes “Too Much Is Always Better tan Not Enough” (2002) e incluso otra referencia cómo “That’s the Juice I’mOn” (2003) con descartes y temas sobrantes, está repleta de magníficos temas.  Sus giras son constantes, así como el vaivén de músicos en la formación. Siempre se denominó a los Diamond Dogs cómo una superbanda. Razón no falta. Baste dar un repaso a los nombres de las bandas y artistas en los que han militado algunos de sus miembros: Ian Hunter, TheHe llacopters, Hanoi Rocks, Johnny Thunders, The Dogs d’Amour, etc.

El sello de la banda siempre ha sido ese rock atemporal cuyo manera más fácil de describir es etiquetarlo como influenciado por los Stones o los Faces. Estilo que en manos de los Diamond Dogs suena muy fluido y natural, con impronta propia. Como el mismo Sulo reconoce: “No estamos en este negocio para ser alternativos o crear nuevos sonidos. Estamos aquí para recordar a la gente, acerca de cómo una vez llegó a ser de divertido, maravilloso, entretenido y emocionante el rock n roll”.

“Black River Road” (2004) con la ausencia de la guitarra de Stevie Klasson es el comienzo del fin de la etapa dorada de la banda. En directo siguen siendo un gran combo, su gira española del 2009 lo demuestra, pero su trabajo en estudio se va resintiendo poco a poco.  Sin lugar a dudas Sulo es un gran cantante y compositor, pero la banda se queda coja sin más elementos de peso en ella, como en su día fueron Fett o Klasson. “Up The Rock” (2006) y “It’sMostLikely” (2008) evidencian el bajón de inspiración de la banda, pero el EP de versiones de Sam Cooke, “Cookin’”, es una delicia en toda regla. Los DiamondDogs dejan fluir su influencia soul de mano de uno de los más grandes representantes del estilo y las colaboraciones del casi inevitable Nick Royale (The Hellacopters) y Spike de los Quireboys, cuyo amor por Sam Cooke es de sobras conocido, son demoledoras.

“The Grit & The VerySoul” (2010) deja a un lado el rock’n’roll festivo y directo marca de la casa y se sumerge en sonoridades más tranquilas y reposadas. Muy influenciadas por el folk, Sulo es el mayor protagonista de estos temas. El año siguiente se cumplen 20 de la formación de la banda y lo celebran editando “Set Fire To ItAll” (2012). Las colaboraciones, como era de esperar, son de altura. Spike repite colaboración, Dan Baird (uno de los mejores baluartes del rock clásico en la actualidad) también aparece y ahí tenemos a Ryan Roxxie (Alice Cooper, Roxxie ’77 y una de las bandas hardrockeras más potentes de los últimos años: Casablanca).

En 2014 muere Magic Gunnarsson, saxofonista de la banda. El golpe es muy duro pero los DD fieles a su fama de prolíficos editan en honor de Magic, "Quitters' n' Compleiners" (2015), que además viene acompañado de la grabación de uno de sus shows en Bilbao. Segú Honk, teclista de la banda: “Lo grabamos en el muy bonito Kafe Antzokia, donde hemos dado tantos shows y todos los hemos disfrutado ¡Es el último show que grabamos con Magic Gunnarsson! Era la persona más divertida con la que he ido de gira. Siempre tenía historias fantásticas que contar, y hambre de nuevas experiencias y de gente sexy. Siempre buscando nuevas aventuras y siempre con un saxo entre sus manos, dentro y fuera del escenario. O sea que por él hemos editado este show. ¡Magic era el rock and roll! Pero ya no tocará nunca más su hermoso saxofón. Le echo de menos terriblemente”. Y así llegamos al principio de este texto: a la gira presentación de su último disco, que a la postre, ha sido el último estertor de la banda.

Sin duda echaremos de menos a una de las bandas más entrañables y emblemáticas de los últimos 20 años, tanto por su música imperecedera, como por su ejemplar actitud: “Siempre tuvimos una fuerte determinación y fe en lo que hacíamos y supongo que uno lo necesita mantener, en un negocio como este. No hay lugar en el rock and roll para los que lo dejan o se quejan, acabas de tocar en un sitio, y no te paras, debes seguir adelante” (Sulo).

Goodbye Miss Jill, thanks for the thrill…

Autor: M. A. Velaza

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